Secuestros Familiares
Descripción general
Un secuestro en la familia ocurre cuando un padre u otro miembro de la familia se lleva, retiene injustamente u oculta a un niño privando así a otro individuo de sus derechos de custodia o visita. En algunas circunstancias, un secuestro en la familia puede ser considerado un delito bajo la ley federal o estatal. Los estatutos penales varían en todo el país sobre qué conducta se considera ilegal.
Hay una serie de medidas preventivas que los padres pueden tomar si temen que un miembro de la familia pueda intentar secuestrar a su hijo:
- Obtener una determinación de la custodia por parte del tribunal que describa específicamente los derechos de custodia y visita.
- Solicite al juez que incluya medidas de prevención del secuestro en la descripción de los derechos de visita, como las visitas supervisadas, el pago de una fianza, la inscripción del nombre del niño en el Programa de Alerta de Emisión de Pasaportes y la entrega del pasaporte del niño al tribunal.
- De conocimiento de la orden de custodia a la escuela o guardería del niño, al igual que a la oficina encargada de la emisión de pasaportes. Apoye a los niños a memorizar información esencial tal como la dirección de su casa y el número de teléfono en caso de emergencia.
- Si una orden judicial prohíbe la salida del niño del país, inscríbalo en el programa “Impida la salida”.
Mito
Los secuestros en la familia no son perjudiciales, porque el niño está con uno de sus padres o con alguien de la familia.
Hechos
Décadas de investigación en múltiples campos han ilustrado los graves y dañinos efectos que los secuestros en la familia pueden tener en las víctimas infantiles y sus familias.
Factores de riesgo
NCMEC ha comprobado que ciertas condiciones pueden aumentar el riesgo de que un miembro de la familia secuestre a su niño. Sin embargo, la ausencia de cualquiera de los siguientes factores no significa que no vaya a producirse un secuestro. Estos factores de riesgo incluyen a miembros de la familia que:
- Hayan secuestrado o amenazado con secuestrar a su niño con anterioridad
- Tengan un historial de inestabilidad matrimonial, falta de cooperación con el otro cónyuge, violencia doméstica o maltrato infantil
- Tengan antecedentes penales
- Tengan vínculos en un estado, provincia o país diferente al de su residencia actual
- No tienen trabajo, pueden trabajar en cualquier sitio o son económicamente independientes
- Están planeado dejar su trabajo, vender la casa, cerrar cuentas bancarias, ocultar o destruir documentos, comprar tiquetes de viaje para su hijo, alterar su apariencia física o solicitar la renovación o copia de documentos del niño, tales como
- Nuevo pasaporte o visados
- Certificados de nacimiento
- Datos de la escuela o médicos
No se requiere una orden de custodia para denunciar la desaparición de un menor a la policía local. Del mismo modo, no se requiere una determinación de custodia para que la información de un menor desaparecido sea registrada con el Centro Nacional de Información Criminal (NCIC), registro de personas desaparecidas
La ley federal prohíbe que las autoridades civiles establezcan un período de espera antes de aceptar una denuncia de desaparición de un menor, y exige que las autoridades civiles respondan en forma específica, independientemente de la razón por la que el menor esté desaparecido.
Si un padre de familia o tutor tiene dificultades para que las autoridades civiles reciban una denuncia o sometan la información de un niño desaparecido en NCIC, póngase en contacto con NCMEC llamando al 1-800-THE-LOST (1-800-843-5678).
Qué está haciendo NCMEC al respecto
NCMEC proporciona
asistencia técnica y legal en materia de secuestro en la familia a los
padres/tutores, a los abogados que los representan, a las autoridades civiles y
a los funcionarios judiciales. Este apoyo incluye
- Información sobre programas de asistencia legal en la comunidad y posibles sugerencias de ayuda en la prevención y reacción al secuestro entre la familiar
- Recursos y asistencia con abogados que representan a los padres/tutores y a los niños
- Información y estadísticas específicas de cada país sobre los riesgos con respecto a el secuestro entre la familia a nivel internacional y las alternativas legales para recuperar a un niño internacionalmente secuestrado
- Informes “Amicus” sobre temas para los cuales NCMEC puede estar mejor preparado dada su misión
Hacerle frente a un secuestro entre familia exige valor y determinación por parte de la víctima, los padres, tutores y otros miembros de la familia. NCMEC ofrece apoyo a las víctimas y su familia a través de un equipo de profesionales dedicados a trabajar con las autoridades civiles y las familias brindando asistencia y sugerencias que conlleven a la reunificación familiar. NCMEC también puede proponer apoyo a corto y largo plazo para las familias a través de ayuda local con la asistencia de agencias de salud mental.
El Equipo Adam es una unidad especializada compuesta por profesionales de las autoridades civiles, activos y jubilados, que puedan desplegarse directamente al lugar de los hechos para ofrecer asistencia a los investigadores y las familias en los casos de niños desaparecidos y perdidos por mucho tiempo.
El Programa ADAM distribuye rápidamente carteles de niños desaparecidos a la policía, los medios de comunicación, las escuelas, las empresas, los centros médicos y otros destinatarios dentro de una zona geográfica específica de búsqueda. El público también puede ayudar inscribiéndose para recibir alertas de niños desaparecidos en su área.
Team HOPE es un grupo de voluntarios que han experimentado en carne propia lo que significa tener un niño perdido o víctima de explotación. Los voluntarios de Team HOPE reciben capacitación para:
- Ayudar a las familias que atraviesan la crisis de tener un niño perdido, víctima de explotación sexual o que fue recuperado mientras lidian día a día con todo lo que representa buscar a su hijo o sobrellevar estas circunstancias.
- Ayudar a brindar contención y apoyo entre pares, compasión, herramientas para sobrellevar esta situación traumática y empoderamiento a las familias que tienen niños perdidos, víctimas de explotación sexual o que fueron recuperados.
- Ayudar a inspirar valor, determinación y esperanza a los padres y demás integrantes de la familia.
- Ayudar a aliviar los sentimientos de aislamiento que son frecuentes en las situaciones de miedo y frustración.